Cap 1  ¡África!
¡Salve, país del misterio! Caballero en noble corcel atravesaré los áridos
caminos de tus estepas, sobre los lomos de ligeros dromedarios pasaré ante
tus ardiente hammadas, reposaré a la sombra de tus palmeras y contemplaré
los maravillosos espejismos de tus oasis, pensando en tu pasado, confiando
en tu presente y soñando con tu porvenir.
¡Yo te saludo, tierra del sol abrasador, del latir tropical y de las
maravillas gigantescas! En el Norte helado había presentido yo tus calores,
la poesía de tus fantásticas leyendas y el susurro de tus ingentes palmeras
que tu exuberante Naturaleza parece lanzar hasta el cielo.
En tus praderas trisca el ligero antílope, en las aguas de tus ríos se
sumerge el pesado hipopótamo, el suelo de sus selvas tiembla al paso de
elefantes y rinocerontes, en tu fango se revuelcan los cocodrilos y entre las
punzantes mimosas resuena el rugido del león.
Mis pies estaban sujetos, pero mi alma volaba hacia ti