Ayer, 27 de julio, a la puesta del sol en la isla Yelagin y cuando el
tiempo estaba por demás tranquilo y encantador, pasmó a las damas y a los
caballeros que daban un paseo en torno al estanque el más divertido suceso.
Un tritón —un “duende del agua” en ruso— apareció súbitamente en la
superficie del agua, el verde cabello y las verdes barbas goteando humedad,
y, manteniéndose a flote sobre las ondas, empezó a juguetear y a hacer toda
clase de travesuras. Se sumergía, gritaba, se reía, chapoteaba, chocaba sus
fuertes y largos dientes verdes, haciéndolos restallar y rechinándoselos a los
paseantes. Su aparición produjo la forma de excitación usual en tales
ocasiones. Las damas se lanzaron hacia él desde todas partes, ofreciéndole
golosinas, alargándole sus cajas de chocolates. Pero la mitológica criatura,
sin poder sustraerse a su carácter de sátiro del agua, empezó a hacer tales
ademanes a las damas que todas ellas corrieron con risas estridentes
alejándose de él, y escondiendo tras de sí a sus hijas mayores, con lo que el
tritón, advirtiendo esto, les gritó algunas expresiones extremadamente
inceremoniosas, lo que aumentó la diversión de las mujeres. Sin embargo,
el tritón desapareció pronto, dejando unos cuantos círculos en la superficie
del agua y una duda en la mente del público.
El triton
$3.990
Customer Reviews
There are no reviews yet.
Be the first to review “El triton”