El cristianismo es el gran corruptor de la prístina teología, conocida
por los antiquísimos egipcios y transmitida por la tradición platónica.
La divinidad es el universo infinito y animado, transido de
conexiones del todo y las partes que permiten el paso de lo inferior a
lo superior. Mediante una vida activa y autónoma, el sabio-mago
puede conseguir la ascesis y regeneración a un nivel superior. Para
Giordano Bruno la corrupción de la teología genuina está
representada por la formulación paulina del cristianismo, agudizada
por el celo reformista y la piedad católica de la Contrarreforma. El
pecado fundamental, fustigado ya desde la «Expulsión de la bestia
triunfante», es esa santa asinidad, esa ignorancia cristiana que
predica una actitud religiosa pasiva de entrega vil, consistente en
esperar la salvación en virtud de una fe sin obras en un redentor. Tal
negación de la vida activa del sabio arruina justamente la parte
divina del ser humano. La Cábala del caballo Pegaso ataca esa
perversión mediante el recurso retórico de ensalzar y loar lo que se
critica. El sarcasmo e ironía de Bruno reducen así al cristianismo a
la condición de un esperpento ridículo. No es pues de extrañar que
las autoridades católicas saliesen de la pasividad religiosa para
procesar al autor y, sometiéndolo a procesos químicos en hoguera
pública, hacerlo ascender en forma de humo y cenizas hacia los
astros divinos
Cabala del caballo Pegaso
$3.990
Customer Reviews
There are no reviews yet.
Be the first to review “Cabala del caballo Pegaso”