Este libro, cuyo argumento es puro, como una corriente de agua cristalina, será, sin duda, apreciado en todo su valor por los lectores de la Biblioteca de La Nación.
Sudermann, como todos los escritores de las razas del Norte, es hondamente intenso bajo la aparente sencillez de los temas que desarrolla, que encierran curiosos y emocionantes casos de morbosidades morales.
En El deseo, una de las mejores obras del novelista germano, la trama gira, principalmente, alrededor de tres personajes, y, en esencia, dentro del alma de una muchacha, de origen humilde, extraordinariamente dotada por la Naturaleza, mental y físicamente, pero a quien profundos desequilibrios nerviosos, le forman una vida de tortura, mezcla de pasión, de cariño, de iracundias y de bondades, predominando siempre una sensibilidad casi enfermiza, casi mística, para los impulsos y actos nobles.
Y, sugerido, provocado, proseguido por esa alma intranquila y sufriente, brota, crece y estalla el drama, lleno de dolor y de piedad
Sé el primero en opinar "El deseo"