El libro es a la vez un objeto material, un vehículo de transmisión cultural
y un soporte para la expresión artística; cualquier proyecto de trazar una
crónica forzosamente ha de mantener en equilibrio y señalar las
interrelaciones de esos tres distintos aspectos. Tal fue el enfoque
aplicado por Svend Dahl (1887-1963) en su clásico Historia del libro,
publicada en danés, inglés, alemán, francés, sueco y polaco y que “El
libro de Boladici” incorpora a la bibliografía en castellano —con
anotaciones y adiciones de Fernando Huarte Morton— como
contribución al Año Internacional del Libro.
La obra narra la evolución, a lo largo de un período de más de cinco mil
años, del instrumento que tan decisivamente ha contribuido a convertir
en acumulativas las adquisiciones científicas, técnicas y artísticas de la
humanidad, los procedimientos de reproducción (desde la copia a mano
hasta la invención de la imprenta), los materiales escriptóreos (el papiro,
la arcilla, la seda, el papel, etc.), el formato y la encuadernación, la
dimensión estética (la ornamentación, iluminación e ilustración), los
sistemas de escritura y caracteres que sirven para expresarla, la
formación de bibliotecas y las modalidades de comercialización y
difusión.