Heródoto, a quien Cicerón llamó padre de la historia, obró la
transición, decisiva para la humanidad, de una concepción mítica a
otra racionalista e ilustrada en lo que a interpretación de las
acciones de los hombres se refiere. Para narrar las Guerras
Médicas que enfrentaron a griegos y persas en el siglo V a. C.,
relatando desde el pasado lejano al próximo y abarcando todo el
mundo conocido en su época (tal es el contenido de su Historia), no
se inspiró en los heroicos modelos épicos de Homero, ni en los
relatos idealizadores con los que en su tiempo se embellecía la vida
de personajes poderosos (genealogías) y la fundación de ciudades
(relatos fundacionales), y fue mucho más allá que los logógrafos
(sus precursores inmediatos en la narración de hechos históricos) y
los géneros geográficos de los periplos y las descripciones de la
tierra. Su empeño consistió en preservar del olvido las gestas
humanas, y en determinar la responsabilidad moral (a menudo la
causa de los males). Con él la época mítica deja de considerarse
historia y se convierte en prehistoria de los griegos. Y a partir de él
será el ser humano, individual o colectivamente, con sus grandezas
y miserias, el centro de ese nuevo género literario que conocemos
como historiografía.
Historia – Libros I-II
$3.990
Sé el primero en opinar "Historia – Libros I-II"